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TELAR EN LAS ESCUELAS Serenidad, aún con dificultades

  • Foto del escritor: Olga Zaferson
    Olga Zaferson
  • 15 jul 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 17 ago 2021

Durante los años que vengo observando y admirando las técnicas del telar andino y me pregunto ¿Cómo es que todavía no se enseña en los colegios?, creo que sería la manera de lograr que la niñez y juventud del mañana tengan mejor concentración, atención para capacitarse en las profesiones y oficios que escojan.


Para tener una idea de lo que significa el arte textil, comparto textualmente el siguiente texto: (de la Universidad Antonio Abad)


"…No existe nada en nuestra cultura que se pueda equiparar. Para imaginárnosla tenemos que pensar en una serie de objetos y de alguna manera considerar que todos ellos pudieron estar reunidos en un solo lugar (…) Algo que sea a la vez el bien económico más preciado, como dinero actual, con el cual se pagaba tributo al Estado y los servicios recibidos o rendidos y que tenga simultáneamente una serie de otras propiedades y funciones: que posea el esplendor de una belleza incomparable, como las obras de arte más admiradas; que encarnen los símbolos religiosos y mágicos, como un amuleto de poderes ocultos; que sea una pieza suntuaria que denote lujo y holgura; que su posesión otorgue prestigio social y sea indicadora de un estatus personal; y que, además, sea un instrumento sagrado de uso ritual, que sería sacrificado en el fuego de los dioses, si es necesario. Todos estos valores reunidos, hacen, efectivamente, de una pieza de textilería un objeto de mérito excepcional e inigualable”

El texto nos aclara la importancia y el mérito de los textiles peruanos.


La pretensión de querer tejer y saber como ellos -los antiguos peruanos- es casi imposible, pero si podemos imitar lo más básico, lo que niñas de 6 a 8 años empiezan a tejer en los andes en la actualidad.

El bien que hace física y emocionalmente es increíble:

. Físicamente, porque el cuerpo es parte de la tecnología, saliendo desde el centro -

plexo solar- poniendo en acción la psicomotricidad gruesa logrando que la urdimbre

tenga la tensión necesaria.

. La psicomotricidad fina con los dedos: son los que escogen las hebras que definen el

diseño.

. Mentalmente: la concentración es ardua, si no los hilos comienzan a enredarse.

. Emocionalmente: permite que el tejedor olvide problemas pasados e inmediatos. La

neurociencia dice que las manualidades para el cerebro; y explica.


La naturaleza rítmica y repetitiva de tejer es calmante, reconfortante y contemplativo”.


La neurociencia finalmente se ha puesto al día en los beneficios para la salud del cerebro, tendencia que algunos han llamado “el nuevo yoga”. La investigación muestra que tejer y otras formas de artesanía textil como la costura y el crochet tienen mucho en común con la atención plena y la meditación… Centra la atención y los pensamientos en una tarea, fomenta la creatividad activa. Da una sensación de orgullo y logro, paciencia y perseverancia, facilita la formación de la memoria y su recuperación, desarrollo de la coordinación mano-ojo, conciencia y gran destreza.

Todos los que algunas vez hemos visto hilar y tejer a las mujeres de tierra adentro, sea norte, Amazonia o sierra, hemos visto en sus rostros paz, tranquilidad, a pesar de tener múltiples necesidades y dificultades. Es una técnica que pide atención, concentración y cariño. Después de lograr un sencillo tejido aún sin diseño (solo de un color o con simples líneas), la satisfacción que nos da, va más allá de otros logros, nos da el símbolo de pertenencia, identidad, orgullo y valoración a lo nuestro.

Técnicas con las que nuestros ancestros confeccionaron maravillosas piezas, admiradas en todo el mundo.


Se dice que no nos vemos la nariz por tenerla tan cerca de los ojos, por esa razón los que están lejos, cuando vienen se asombran de ver cosas tan notables, como bien dijo Martín de Murua (cronista español de la época colonial)

Tengo en mi poder una camiseta del propio inga, que la hube en dicho pueblo de Capachica: que cabe en un puño…porque es muy finísima y no hay quien la vea que no se quede espantado y admirado de ver cosa tan notable”


Muchas técnicas salieron de estas tierras, muchas desaparecidas, paradójicamente se ven dos tendencias: familias que antes tejían ya no enseñan a los menores por creer que es un atraso, sin embargo otras personas y familias se están involucrando con fervor y admiración cuando ven que los tejidos con la técnica de la “calllwa” es apreciada y difundida en otros países y continentes, como Japón y Europa.


Alguna vez leí o escuché algo muy lindo:

“El telar es el cuerpo, las urdimbres las venas donde corre la vida”


Características puntuales del telar andino, una definición interesante sobre los y las tejedoras:

“Los tejedores andinos están verdaderamente comprometidos a través de sus dedos y de sus ojos con el estudio de las reglas fundamentales del universo físico que llamamos matemáticas. En sus productos tenemos la expresión tangible de la mente andina trabajando en la solución de complejos problemas de tiempo y espacio desde el punto de vista singularmente indígena”.


Laura Sacchi -decoradora de interiores- dice: “El diseño textil es una carrera que no entiendo cómo en el Perú está tan poco desarrollada y no existan más instituciones que la dicten”.


Recordamos también lo que dijo María Rostorowski hace algunas décadas, “el Perú está recién por descubriste”.


Por eso creo y tengo fe, que cuando se tenga más presente esta sabiduría en los colegios y universidades, el Perú rescatará no solo lo material, si no el don de saberse mantener sereno aún con dificultades, concentración a pesar de bullas externas y problemas inevitables, y sobre todo con orgullo y pertenencia.


Lima, 2015



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